Una vez escuché que todas las mujeres estamos conectadas por nuestro útero. La conexión de cada una de nosotras con nuestra madre sucedió mientras estábamos en su vientre a través de la placenta, y así mismo, nuestra madre está conectada con su madre y esta con la suya y así generación tras generación hasta llegar a la primera mujer. Esa primera mujer nos une a todas y entre todas podemos hacer de la tierra un lugar mejor donde vivir.
He descubierto que una vez que inicias el camino del crecimiento personal ya no puede pararse y estoy encantada de ello.
El sábado 25 de junio estuve en un círculo de mujeres, compartiendo mi guerrera interior con doce mujeres maravillosas. El número mágico, trece mujeres alrededor de un círculo, conectadas para curar sus heridas y contribuir en lo posible a mejorar la humanidad. Sé que suena un poco prepotente, pero para que el mundo mejore necesita el granito de arena de cada uno de nosotros y yo estoy dispuesta a poner el mío ¿tú?
He de decir, que llegué a esto del círculo de mujeres un poco por casualidad, como de rebote, sin saber muy bien dónde iba ni para qué. Esta es la forma en que yo me muevo, alguien en quien confío me recomienda una cosa y yo allá que voy, esto me hace conocer gente nueva, lo que provoca que el círculo de personas en quien confío se haga más grande y así. Es maravillosa la manera en que cosas nuevas, diferentes y que me hacen crecer van entrando en mi vida.
En el círculo del sábado todas nos convertimos en Guerreras, pero no guerreras de guerrillas, sino Guerreras de amor, de paz, de luz, de fuerza y de sabiduría.
Yo siempre me he considerado un poco guerrera y un poco cabezota, capaz de luchar a la contra de todo y perder mí energía en la lucha. Los últimos años de mi vida he decidido luchar a favor, a favor de las causas nobles, del amor, del amor empezando por mí misma y siguiendo por el resto. Por eso cuando Amira Madre Tierra (http://www.solina.es/) me habló de preparar mi guerrera interior me chirrió un poco. Preparé lo que se me ocurrió sin mucho convencimiento.
Sin embargo el resultado fue mucho mejor de lo esperado, mi Guerrera resultó ser una sabia “curandera” que conocía el camino con claridad y era capaz de seguirlo para buscar una vida más plena. Mi guerrera es capaz de afrontar (sin enfrentar) las situaciones complicadas y aprender de ellas. Conseguí conectar con ella y ahora me acompaña en las decisiones de la vida.
Últimamente en mi vida se han presentado decisiones que me han hecho dudar, mi herida de abandono me hizo convertirme en una persona dependiente y eso hace que busque la aprobación de otros para tomar mis decisiones. El sábado conecté con mi guerrera sabia, mi guerrera de mente clara que busca respuestas en su corazón, ella, que al final soy yo, conoce las respuestas, sólo hay que buscarlas en el fondo del corazón.
Cuando dejamos las decisiones al corazón y decidimos desde el amor, sólo podemos acertar. Y en cualquier caso en la vida sólo hay éxito o aprendizaje, viéndolo así, ¿dónde está el riesgo?
Quería compartir esta experiencia contigo para demostrarte que los caminos del desarrollo personal son muy variados y maravillosos y que cuando buscas desde el amor, encuentras más amor.
Un abrazo y hasta pronto.