¿Sientes que hay algo en tu vida que constantemente da un resultado diferente al que esperabas? ¿Que es como si constantemente te pegases con un muro que no consigues atravesar? ¿Qué emoción te causa eso? ¿Que efecto causa eso en el resto de tu vida? ¿Cómo te afecta frente a tu pareja o frente a tus hijos?
Cuando una situación o hecho no resulta como tú esperabas aparece la frustración. La frustración es la acción de frustrar, que según la RAE es: Dejar sin efecto un propósito contra la intención de quien procura realizarlo
¿Qué haces en esos casos? en muchas ocasiones te enfadas contigo mismo o con la persona que evitó el efecto que tú deseabas. ¿Qué consigues con eso? ¿desaparece la frustración? Hay personas que me han confesado que ponen los puntos sobre las «i» a quien evitó el efecto, ¿eso te ayuda? podría ser, si lo haces de manera consciente y después de haber decidido hacerlo así. En la mayoría de los casos, tu enfado provoca en ti un mal mayor que en la persona objeto de tu ira.
Pero lo peor pasa cuando la frustración no es un hecho aislado, sino algo sostenido en el tiempo, cuando te ves forzado a vivir una situación que no quieres. Cuando tu trabajo no es como te gustaría, cuando tu jefe te pone trabas para avanzar, cuando tus subordinados no hacen lo que tu esperas de ellos y eso día tras día. En esos casos, lo más probable es que el globo de ira que tienes en tu estómago, se vaya hinchando y que de repente explote en el momento más inesperado y en el contexto menos adecuado.
Ante esta situación, a menudo, oigo a personas decir: «no hay nada que hacer, esta es la situación». Yo misma me he visto dentro de esta jaula de frustración.
En mi opinión hay dos cosas que puedes hacer, resignarte o aceptar la situación.
Resignarte, ir de víctima por la vida, no puedo hacer nada, mi jefe me obliga a trabajar de este modo, es inútil intentar otra estrategia, estoy atrapada, lo he intentado todo y nadie me hace caso.
Aceptar la situación y buscar otra solución. Acepto que esto es lo que hay, pienso cual era mi deseo más profundo, el deseo profundo que yo tenía de conseguir eso que se ha frustrado y busco entre mis recursos cómo puedo acercarme a eso.
Vamos a verlo con un ejemplo; yo me siento frustrada pues mi jefe no quiere trabajar en equipo, es muy individualista y vamos todos por libre, cada uno rema en la dirección que le parece.
Resignación, la víctima: «¡mira que desastre!, ¡esto podría solucionarse si trabajásemos en equipo!, de este modo todo sale mal, no hay coordinación, la culpa es toda suya. ¡A mi que no me pida resultados, trabajando de este modo yo no puedo hacer nada!«. Y como no va contigo pues no haces nada, sólo frustrarte más y hacer que tu globo se hinche y se hinche.
Aceptación, analizas la situación, miras qué es lo que esperabas, ¿para qué querías trabajar en equipo? tal vez pensabas que solo puedes ir más rápido y en equipo puedes llegar más lejos, o quizá te gusta la sensación de pertenencia al grupo y la interacción con las personas. ¿Qué puedes hacer en esta situación? Cuando aceptas la situación buscas otras alternativas que te acerquen a tu deseo más profundo. Si sabes que trabajando solo no podrás llegar tan lejos, ponte un objetivo más bajo, que puedas conseguir solo y exponlo así a tu jefe. Si lo que buscas es la sensación de pertenencia al grupo, busca esa interacción con tus compañeros o tus subordinados.
La cuestión es decidir cómo vas por la vida, si vas de víctima, dado que tú no has causado el problema, no hay nada que puedas hacer y te quedas como víctima toda tu vida. Es una situación muy cómoda, tú nunca eres responsable de nada y nunca haces nada, en ese caso vas por la vida donde los demás te llevan, como no eres el dueño de tu vida, te dejas arrastrar. Sin embargo si decides ser responsable de tu vida, cuesta un poco al principio, pero al final te darás cuenta que haces lo que realmente quieres.
¿Cómo te sientes cuando hablas con alguien que se queja continuamente de lo que sucede a su alrededor? Cuando llega la frustración y tú haces tu papel de víctima, eso es lo que estás mostrando a los que te rodean, es lo que estás demostrando a tus hijos, a tu pareja, a tu familia y a tus subordinados.
Sé que es una comparación pobre, pero lo que trasmites a tus hijos es muy similar a lo que trasmites a tus subordinados. No importa lo que digas, ¡importa lo que hagas! En una ocasión trabajé con una responsable de departamento que siempre estaba frustrada, iba de víctima por la vida, ese mismo era el comportamiento de todos los empleados de su departamento. Lo mismo sucede con los hijos, ¿quieres que tus hijos se quejen siempre de todo o prefieres que busquen soluciones? SE EL CAMBIO QUE QUIERES EN EL MUNDO.
Espero que te haya ayudado esta reflexión, si es así, por favor compártela con quien creas que puede ayudarle. Y si quieres que te ayude a gestionar tu frustración, puedes contactar conmigo aquí.
Me encantaría que compartieras conmigo cómo gestionas tú la frustración.
Un abrazo
Un abrazo y feliz semana.
Me ha gustado mucho esta entrada, sobre todo la parte en la que dices: «En la mayoría de los casos, tu enfado provoca en ti un mal mayor que en la persona objeto de tu ira.» He tenido esa sensación muchas veces y me costó darme cuenta de lo relevante que era eso.
Personalmente me frusto más bien de manera puntual y no de manera sostenida, pero reconozco que a veces me cuesta dar el paso de coger las riendas. Y cuando lo he hecho, siempre he pensado: ¿Por qué he tardado tanto tiempo en hacerlo?
Me ha gustado mucho este artículo.
Un abrazo.
Alberto Mrteh (El zoco del escriba)
Es un honor para mí recibir este comentario de tu parte. Mil gracias.
Seguiré leyéndote. Me ayuda a mejorar.