La situación actual del teletrabajo, los ERTEs y los nuevos acontecimientos desconocidos, están «forzando» a muchas personas a trabajar más horas y sobre todo impiden el Equilibrio entre la vida personal y laboral.
El viernes hablé con Natalia, los miembros de su equipo están en ERTE, el trabajo global ha bajado mucho, pero hay bastantes cosas que hacer, sus compañeros no están en la empresa y ella «debe» hacerlo «todo»…
Equilibrio entre la vida personal y laboral
Esta es una situación común, por una u otra razón, llegan a mí personas trabajando un montón de horas. Y no solo eso, cuando paran de trabajar físicamente, su cerebro sigue ahí, conectado al trabajo. ¿Te pasa también eso?
Dicen que hay personas capaces de desconectar totalmente y otras que no. No te lo creas. Tu cerebro no está dividido de esa manera, pero sí es cierto que hay personas más entrenadas para vivir el ahora, para estar presentes. Si estás en el ahora, estás centrado en el presente y entonces no tienes más remedio que estar en cada momento a lo que toca, estar a lo que celebras.
Por tanto, si quieres conseguir equilibrio entre la vida personal y laboral tienes que hacer dos cosas muy sencillas:
- Gestiona bien el tiempo en el trabajo
- Vive el ahora
Cómo gestionar el tiempo en el trabajo
Te hablé de esto hace unas semanas y te di 7 consejos para conseguirlo:
- Planifica las tareas,
- Ponte plazos de entrega más cortos de los comprometidos
- Ponte un horario
- Toma compromisos de ocio con otras personas
- Ten una agenda realista y señala la tarea más importante
- Comprueba si esa tarea te acerca a tu propósito
- Evita las distracciones
Si quieres conocer más sobre esto, lee la entrada.
¿Cual es tu horario laboral?
Hoy quiero hacer especial hincapié en lo de marcarte un horario. Muchas de las personas que están teletrabajando están haciendo jornadas maratonianas, «total como estoy en casa…», tengo muchas más distracciones y sigo trabajando hasta las 12.
Fijarse un horario es básico, y no solo eso, tener un espacio para trabajar que sea siempre el mismo y vestirse para la ocasión, como si fueses a la empresa. La cuestión es decirle a tu cerebro que es hora de trabajar (es la única manera de ser productivo).
Nada de ahora pongo la lavadora, ahora trabajo otro poco. Necesitas enviar el mensaje a todos los que viven contigo y sobre todo a ti (que eres la persona más importante de tu vida) que es momento de trabajar, que estás en tu espacio y en tu horario y que las interrupciones que se admiten son solo las críticas, el resto debe esperar para los momentos de descanso.
¿Conocen tu horario las personas que viven contigo en casa?
Eso sí, recuerda descansar, levantarte cada hora durante cinco minutos y estirarte o caminar, hará que tu energía se mantenga alta (yo tengo una alerta cada hora para levantarme y de paso agradecer). Un descanso más largo cada dos horas también te ayudará a volver con más ánimo.
¿A qué hora «sales» del trabajo? La hora de cierre es fundamental, necesitas comprometerte contigo para desconectar. Apaga el ordenador y hasta mañana, nada de consultas del mail a última hora.
Vive el ahora
Esta es una frase que mi madre solía decirme de niña cuando algo me salía «mal», «Es que no estás a lo que celebras«. Reconozco que entonces me costaba asimilar eso, ¿Cómo que no estoy a lo que celebro? ¿dónde estoy entonces?
Y tú, ¿dónde estás ahora?
Cuando te descubras a ti mism@ haciendo la cena y pensando en el trabajo o pasando un rato con tus hijos y con tu cerebro en otro sitio…, tranquil@, eso nos pasa a todos, simplemente vuelve.
Es sencillo de decir, solo que requiere de entrenamiento, se trata de observar nuestro cuerpo y observar todos nuestros sentidos mientras hacemos algo.
Si estás con otra persona, la escuchas, procesas la información, intentas entender, al mismo tiempo que observas sus ojos, miras sus gestos, hueles lo que te llega de ella.
Si estás corriendo, sientes tus piernas, tus brazos, sientes tu respiración, observas el paisaje. Cuando un pensamiento de fuera viene, le das las gracias, lo despides con cariño y vuelves a tu cuerpo y al paisaje.
Tu cuerpo y tu respiración son las dos mejores herramientas que tienes para volver al ahora. ¿Vas a utilizarlas?.
Ejercicio práctico
Una manera sencilla de practicar es empezar con actos cotidianos. Decide un momento del día, una cosa que te guste hacer y que hagas cada día, algo como lavarte los dientes, lavarte la cara, ducharte, vestirte. Elije solo una.
Cada día, cuando hagas esa acción recuerda poner los cinco sentidos en ella, si has elegido lavarte los dientes, siente las cerdas del cepillo en tus dientes, el cepillo en tu mano, el gusto del dentrífico en tu boca, su olor, el sonido del cepillo rozando tus dientes, siente los músculos de tu brazo.
Así cada día, hasta que lo integres, cuando esto sea un hábito (por lo menos 3 semanas después) puedes ampliarlo a otros momentos del día.
La cuestión es ir tomando pequeños compromisos que nos llevarán a grandes cambios.
Si tomas muchos compromisos, seguramente olvidarás todos o se te harán muy pesados y no llegarás a ningún sitio.
Para empezar con esos pequeños compromisos, ¿a qué te comprometes hoy? envíame un correo y díme. ¿A qué te comprometes para conseguir el equilibrio entre tu vida personal y laboral?
Si lo que quieres es trabajar para vivir y no vivir para trabajar 🙂