by Maria Pilar

Cómo sentirte feliz

agosto 10, 2020 | coaching ejecutivo, Coaching Soria, Crecimiento personal, Delega, desarrollo personal, Historias, Tus valores

Algunos de mis clientes últimamente, se han mostrado muy preocupados por perder capacidad adquisitiva. Por, tal vez, no poder pagar el colegio privado de sus hijos, las extraescolares, el coche. Por eso me gustaría explicarte cómo sentirte feliz a pesar de todo.

Cómo se siente feliz Antonio

Antonio, que tiene un buen sueldo y es director de producción de una fábrica, conducía un viejo Ford Fiesta de 1997. Para él era suficiente, así que cuando se rompió irreparablemente, compró otro coche más o menos del mismo año, un Xantia en este caso.

Hace unos días fue de excursión con un amigo, necesitaban llevar las bicis de carreras y en el Mercedes de su amigo no cabían. Sin embargo, Antonio, estaba super orgulloso de su Xantia, porque podía trasportar las dos bicicletas y a ellos.

Cada día Antonio me dice, «estoy muy agradecido a mi Xantia, me lleva y me trae y además puedo trasportar cosas en él».

No hay atisbo de insatisfacción o envidia por el Mercedes de su amigo.

¿Crees que Antonio conoce la clave de cómo sentirte feliz?

Cómo sentirte feliz

Mi madre solía decir, «el que no se conforma es porque no quiere»

Y no se trata solo de conformarse, se trata de darse cuenta de que en realidad no necesitamos tantas cosas, ni cosas tan caras para sentirnos felices, basta con ver lo que sí tenemos y agradecerlo.

Y la primera cosa a agradecer es que estás vivo y además si estás leyendo esto, es porque tienes la capacidad de hacerlo y un dispositivo electrónico con datos o wifi. ¿Eres consciente de cuántas personas en el mundo no tienen acceso a esta información?

A menudo nos metemos en la carrera de la rata, de buscar una vida mejor, pensando que eso nos hará más felices y lo único que estamos es cavando nuestra propia infelicidad.

Y el lujo está bien, a todos nos gusta, siempre que eso no suponga una preocupación constante por pagar las facturas.

Estoy segura que a ti no te pasa esto, yo pensaba lo mismo. Sin embargo ¿crees que si los que te rodean no tuviesen un coche, lo tendrías tú? ¿Crees que si los que te rodean no llevasen ropa cara, la llevarías tú?

Muchas veces me encuentro personas que dicen, a mí no me importa lo que hagan los demás (tampoco a mí). Sin embargo si mi compañero de trabajo cobra un sueldo mayor por un trabajo parecido, me enfado ¿no?

Las Trampas del deseo (Dan Ariely)

Es un interesante libro en el que cuenta que:

En 1993 las autoridades bursátiles federales de USA empezaron a obligar a las empresas, a revelar detalles sobre la paga y los beneficios adicionales de sus altos ejecutivos. La idea era que, una vez que la paga se hiciera pública, los consejos de administración se mostrarían reticentes a dar a los ejecutivos salarios y beneficios exorbitantes. Se esperaba que ello pudiera frenar el imparable ascenso de las retribuciones de los ejecutivos, que hasta entonces nada había podido frenar (en 1976 en USA el presidente de una empresa cobraba como media 36 veces lo que cobraba un trabajador, en 1993 esa proporción había aumentado a 131 veces).

Sin embargo, una vez que los salarios pasaron a convertirse en una información pública, los medios de comunicación empezaron a publicar regularmente listas de clasificación de directores generales según sus ingresos. Lejos de suprimir los beneficios de los ejecutivos, aquella publicidad llevó a los directores a comparar su paga con la de los demás. Como resultado, en 2014, el presidente de una empresa cobraba como media 369 veces lo que cobraba un trabajador. Aproximadamente el triple de lo que cobraba antes de hacer públicas las listas.

Espero que en Europa esto no sea tan exorbitante, aunque el comportamiento humano es similar.

Si nuestro vecino tiene un coche mejor que el nuestro, nosotros queremos un coche mejor, si nuestro amigo corre más rápido que nosotros, nosotros queremos correr más. Si está más delgado, más cachas, va más veces de vacaciones… Siempre hay una «cualidad» de otro con la que compararnos, ¿por qué queremos compararnos?

Según Dan, la clave es buscar círculos más pequeños en lugar de más grandes, para que en nuestro círculo no haya alguien que despierte esa necesidad en nosotros.Esa es una buena sugerencia.

Yo prefiero ser consciente de lo que sí tengo y agradecerlo. No necesito compararme con nadie, pues siempre habrá alguien mejor que yo.

Y tú ¿agradeces lo que tienes o te comparas?

¿Y si esa carrera incesante a tener más y mejor no nos lleva a la felicidad?

Soy una fiel creyente en la mejora continua y en buscar siempre el modo de hacer las cosas de otra manera más eficaz.

Hay teorías que dicen que si tu negocio no crece, termina hundiendose.

¿Cómo podemos conseguir que nuestro negocio crezca sin estar siempre en la carrera de la rata?

Una vez un cliente mío, que dirigía una correduría de seguros me dijo: «En realidad, no quiero más beneficio, yo lo que quiero es facturar más, tener cada vez más clientes, para poder pagar más a mis empleados y que ellos se sientan más felices».

En otra parte del libro, Dan Ariely habla sobre si hemos medido la felicidad que nos aporta tomar un café más caro en una cafetería de lujo, frente a tomarlo en una tranquila cafetería de barrio.

Muchas veces creas «hábitos insanos» que te alejan de sentirte feliz. Te acostumbras a conducir tu coche de lujo que gasta en ruedas y repuestos tanto como el precio de compra del coche de Antonio y luego crees que no puedes conducir un coche peor. Pero

¿Has calculado la felicidad que te aporta ese coche lujoso?

Cómo sentirte feliz, el reto

Te propongo un reto, revisa todas esas «cosas que necesitas para ser feliz». Esa ropa cara, ese coche lujoso, la cena en ese restaurante extra-caro, las vacaciones en el complejo hotelero ¿Qué más? ¿Qué es eso que necesitas para ser feliz?

Una vez que tengas esa lista, pon un valor del 1 al 10 a la felicidad real que cada cosa te aporta, quizá te des cuenta que estás malgastando tu dinero y tu vida, en la carrera de la rata.

Y a partir de ahora, cada vez que persigas algo, haz este ejercicio, ¿cual es el valor de la felicidad que me aportará?

Y si el valor que te aporta es lo bastante bueno para ti, te recomiendo que leas: «Qué hago para sentirme mejor» y tendrás una estrategia para conseguirlo.

Espero que la entrada te haya gustado y si es así la compartas con alguien que también quiera ser feliz. Seguro que te lo agradece.

Y tú ¿Qué necesitas para sentirte feliz?

Sobre la autora, Maria Pilar

Coach Coactivo e Ingeniera Industrial

Me dedico a inspirar a ejecutivos estresados, ansiosos, a los que les cuesta desconectar del trabajo, que quieren disfrutar de la vida. Para que prioricen lo importante, se sientan responsables de lo que pasa en sus vidas y agradezcan todo lo que les sucede, conectando así con la alegría de vivir y logrando disfrutar de lo que saben hacer.

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  1. Me siento plenamente identificado con Antonio. No se trata de conformismo, que parece algo negativo, sino de darle a las cosas el valor que realmente tienen para ti y disfrutar de lo que ya tienes.
    En el mundo laboral siempre me ha llamado la atención que la gente comparara su sueldo con el del vecino y no con lo que él mismo cobraba los años anteriores. Encuentro más lógico valorar la progresión personal.
    Alberto Mrteh (El zoco del escriba)

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