Una de las preguntas del cuestionario que rellenan todos mis clientes cuando empiezan a serlo es: ¿A quién cedes tu poder y cuándo? No es una pregunta fácil de responder, lo sé. La mayoría de personas dicen que no lo ceden o que lo hacen a sus seres queridos. Sin embargo, cuando empezamos a hablar muchos cuentan: «Me afecta mucho lo que me dicen». Me gustaría tener un paraguas para que todo me resbalase.
Supongo que la pregunta necesita una nota aclaratoria, si te afecta lo que te dicen, estás cediendo tu poder a esas personas que hablan.
La interpretación
En una conversación con mi hijo, yo le pregunto qué tal ha estado su alergia durante los días que ha pasado con su padre y él contesta, que allí casi no tiene mocos.
Yo argumento, «seré yo quien te da alergia entonces». Él dice, «pues a lo mejor».
Yo me quedo muy triste, pensando en qué estoy haciendo mal para afectar de ese modo a mi hijo. Eso y alguna otra cosa de ese día, me hacen quedarme muy triste y hablar con él sobre ello por la noche.
A la mañana siguiente, volvemos a hablar, «mamá, yo no dije que me dieras alergia, eso lo dijiste tú, yo solo dije que en tu casa tengo más mocos y es verdad, igual es alguna de las plantas que hay aquí».
Guauuu, ¡que lección de realidad! ¿por qué me empeño en poner en su boca palabras que yo he dicho?
Si te afecta mucho lo que dicen los demás, quizá lo primero que deberías es preguntarte si has escuchado bien, o es interpretado.
Siempre interpretamos; nuestro cerebro recibe miles de estímulos por segundo (de la vista del oído, del tacto) y no es capaz de procesar todos, así que es selectivo y se queda con lo que le interesa. Que es lo que llega, mezclado con sus recuerdos, sus pensamientos, sus vivencias. Y al final, lo que interpretamos, no tiene mucho que ver con lo que en realidad sucede.
Yo suelo decir que la verdad no existe, o que si existe no la conoce nadie, porque cada uno de nosotros hacemos nuestra propia interpretación, pasada por nuestro filtro, de los hechos.
Me afecta mucho lo que me dicen
Yo me crie en una familia de hombres, mi padre era un hombre rudo, su vocabulario, sobre todo cuando estaba enfadado, no era precisamente amable.
Buena parte de mi vida laboral para terceros fue en fábricas, donde hay mucha gente con un nivel cultural menor que en otro tipo de entornos, como podría ser en una oficina de ingeniería, en una consultora, gestoría o algo así.
No me gusta generalizar, pero es lo que yo he vivido. Tuve un compañero alemán que aprendió a hablar castellano perfecto en 6 meses y que en 3 semanas conocía todos los tacos que no aparecen en el diccionario.
Eso no me hace mejor, ni peor, pero sí me ha curtido en lo que se refiere a la manera de hablar de ciertas personas.
Cuando vienes de un mundo más «amable» con el vocabulario, de un entorno con mayor nivel cultural, algunas cosas te afectan.
A veces hay personas que nos hablan en su idioma y nosotros creemos que nos están agrediendo, sin embargo, es solo su forma de hablar, su interpretación del mundo.
Sin embargo, si te sientes agredido, es porque en tu mapa, no encaja su vocabulario, quizá es momento de ampliar tu mapa y darte cuenta que tú no eres el centro del mundo.
Cómo hago para que todo me resbale
Pilar ¿no hay una pastilla que te tomas después de escuchar algo de forma que no te afecte? quiero que me resbale lo que dicen los demás.
Hay personas que cuando los demás hablan se lo tragan todo y eso se les indigesta en el estómago y otras que simplemente se ponen un paraguas y hacen que lo que les dicen resbale por fuera.
¿Por qué algunos son capaces de ponerse ese paraguas?
Por las gafas con las que interpretan el mundo.
Todos tenemos una gafas para interpretar el mundo, esas gafas se han ido tintando con los hechos que nos han sucedido en la vida y con la interpretación que de ellos hemos hecho. Por eso, cuando alguien te dice algo hiriente y te hiere, es porque tus gafas están sensibilizadas ante eso que has escuchado.
No es para ti, es para lo que representas
En el terreno laboral pasa a menudo, alguien viene y te dice un improperio, y tú te lo tomas en lo personal, pero no va contigo, va con lo que representas.
Suena el teléfono, estoy esperando una llamada importante, respondo con una sonrisa. Al otro lado:
– «Buenos días, soy Fernando Antón, le llamo de xxx para comentarle una oferta en xxx que le hará ahorrar en su factura de xxx»
?Mi sonrisa ha desaparecido de mi cara, ¡no puedo creerlo! ¡otra vez estos que quieren venderme algo! Normalmente suelo responder amablemente, también yo vendo mis servicios y entiendo que es su trabajo. Sin embargo hoy estoy en guardia, no puedo perder el tiempo con ellos, respondo.
– «Por favor, no vuelvas a llamar». Y cuelgo
No soy persona de decir tacos, pero estoy segura que estás personas escuchan más de uno a lo largo de su jornada, ¿Crees que se lo toman como algo personal? Espero que no, porque no va con ellos.
Muchas de las malas palabras que escuchas, no son para ti, son para lo que representas. Es tu decisión mirarlas con las gafas de ¡qué horror! o con las gafas de, es para lo que represento.
Es para sí mismo – Compasión
Eres incapaz de ver en otra persona un defecto que tú no tienes, por exceso o por defecto. Cuando ves algo que te molesta de otra persona, no es suyo, es tuyo.
Quiero decir, si por ejemplo te molesta mucho que alguien hable mal de los demás, es porque tú también lo haces, puede que no sea de todo el mundo, quizá sea solo sobre tu pareja, tus hijos, tus hermanos o peor aún, sobre ti mismo.
Cuando te afecta mucho lo que te dicen, porque están diciendo algo que te suena muy mal, en realidad están hablando de ellos mismos. Si tu jefe te dice que no le gusta tu actitud, quizá sea que él también siente que su actitud no es buena o que es excesivamente perfeccionista.
Por tanto, cuando alguien te dice algo, en realidad está hablando de si mismo. Si escuchas, «vaya mierda de trabajo». En realidad está diciendo que no le gusta como él mismo trabaja (aunque su parte racional no lo reconozca).
En esos casos, lo mejor es darse cuenta que no hablan de ti, sino de ellos y que apliques la compasión.
Al fin y al cabo es un pobre humano que solo tiene ojos para los defectos de los demás, ¿no crees que eso le hará llevar una vida muy triste?
¿Qué parte de lo que dicen es cierto?
– Pilar, ¿y si me afecta mucho lo que me dicen?
Si te cuesta ver que no hablan de ti, sino de ellos mismos y te afecta mucho lo que te dicen, es porque en realidad, tú crees que eso es cierto.
Quiero decir, si alguien te dijese que tienes el pantalón sucio y tu vieses que no es cierto, pensarías que esa persona tiene un problema en la vista y que tu pantalón está perfectamente bien ¿no? ¿O creerías que tu pantalón está sucio aunque no lo vieses?
Sin embargo, si te dijesen que tu trabajo es nefasto, y tu creyeses que no es cierto, pasaría lo mismo que con el pantalón. Pero, en el fondo, tú te estás diciendo a ti que lleva parte de razón, que tu trabajo no es tan bueno como te gustaría. ¿Cuántas veces te cuentas esa historia de «vaya trabajo mediocre estoy haciendo»?
No es que la otra persona tenga o no razón, es que tú crees que la tiene.
¿Qué puedo aprender de esto?
En todos los casos, los sucesos que nos pasan en la vida, son para aprender de ellos. Cada vez que sufrimos algo que nos afecta, cada vez que me afecta mucho lo que me dicen, es una oportunidad de aprendizaje para mí.
Y lo que de verdad sería un horror, es perder esa oportunidad de aprendizaje.
Así que, te propongo un reto, cuando alguien te diga algo que te afecte mucho, piensa, ¿cual es mi aprendizaje en esta situación?
- ¿Es que le estoy dando demasiado poder?
- ¿Es que en mi diálogo interno yo me digo algo parecido?
- ¿Es que soy demasiado crítica con esa persona y quizá también conmigo misma?
- ¿Es que no estoy escuchando bien? o ¿no entiendo su idioma?
Espero que te guste la reflexión, que la próxima vez que te afecte mucho lo que te dicen te preguntes por qué. Y si no encuentras la respuesta, estaré encantada de darte mi opinión, si lo compartes conmigo.
Hola, leí este post, porque me sucedió que, soy voluntario en un grupo de emergencias en mi localidad, hace unos días atendimos una emergencia, un accidente automovilístico, atendimos al afectado y fue trasladado al un hospital para su recuperación, me quedé al último con unos oficiales de policía ya que el automóvil derramaba combustible, llego un tipo, no vino a ayudar, más bien llegó a aprovecharse de la situación, los oficiales permitieron que le sacaramos el combustible para nuestras unidades, ya que yo me muevo el motocicleta, y el tipo que llegó aparte de que no ayudó, se quería llevar la gasolina para el, y no quería darme, pues me dió tal vez un par de litros y se puso necio que se la pagara, porque el se había sacado, que le dejara mínimo para el refresco, en ese momento arranque mi moto y al salir del lugar lo escuché decirme miserable, y no se que más, por el ruido de la moto no escuché lo demás, pero si lo de miserable, y eso me sacudió, la verdad quisiera saber cómo lidiar con este tipo de situaciones, ya que porlo visto, esto va seguir ocurriendo, y no quiero queme afecte, porque me gusta apoyar a mi localidad siendo voluntario, espero no molestar y gracias, al menos ya leí algo que espero me ayude, saludos!
Muchas gracias José Luis por tu comentario, ¡enhorabuena por ser voluntario!
La vida nos trae lo que necesitamos en cada momento y se trata de confiar en que lo trae para nuestro bien. Si confías en la vida, aceptas lo que viene.
Cuando alguien te insulta, son sus propias miserias las que está viendo, y si eso te perturba lo mejor es que revises hasta qué punto te sientes tú miserable, quizá en otra faceta de tu vida o quizá sientes que mucha gente que te rodea lo es y les juzgas.
Esto daría para una conversación más larga. Sin saber más de ti te diría, cuando lo que te dice alguien te molesta, revisa qué información sobre ti te está trayendo.
Muchas gracias por tu comentario y enhorabuena por esa labor de voluntariado.
Un abrazo