¿Tú crees que es posible disfrutar del trabajo? Yo recuerdo una mítica frase que decía «Primero la obligación y después la devoción» y yo digo ¿Por qué? ¿Por qué no las dos al mismo tiempo? Yo sí creo que es posible disfrutar del trabajo y de la vida y te contaré en este artículo cómo lo conseguí.
La historia que me enseñó a disfrutar del trabajo
Es posible que ya hayas visto este vídeo mío en el que cuento por qué de pequeña aprendí a aguantar lo que me echasen.
Aprendí que hay que soportar las situaciones, ¡te gusten o no!
Tanto es así que de adulta me acostumbré a soportar situaciones que no me gustaban, cuando mi trabajo se tornó demasiado estresante, yo aguanté, cuando mi relación de pareja se tornó insoportable, aguanté y ¿hasta dónde?
Es difícil decir basta, en mi caso no lo hice, hasta que la vida me puso delante situaciones que me hicieron decidir.
Primero fue la llegada de mi hijo. Cuando él aún estaba en mi útero, ese estrés que había aparecido en la vida de mi padre y que le hacía comportarse así en casa; se agravó también en la mía y en una revisión médica me dijeron: -“tu hijo no crece, ¡Tienes que descansar!”
Por suerte el descanso hizo su efecto, mi hijo nació y entendí cómo de equivocada estaba en la manera que había marcado mis prioridades hasta ese momento.
Esa fue la primera vez que dejé de soportar y cambié de trabajo, a otro que me permitía tener unas prioridades más acordes a mis valores.
La segunda situación que me ayudó a decidir fue una reunión con mi jefa años después, ella me dijo que no estaba contenta con mis resultados, ¡pero si me estaba dejando la piel!
Yo iba de víctima por la vida y no me había dado ni cuenta, por suerte apareció mi coach y amigo José Manuel Toledano y aprendí que yo era la responsable de lo que pasaba en mi vida, ese fue el segundo gran cambio.
El tercero vino poco tiempo después, cuando me di cuenta que siempre se puede ver la vida de otro modo, que todo tiene una segunda interpretación positiva que es necesario agradecer y que eso era lo que yo quería hacer.
Gracias a estos tres hechos de mi vida, que me hicieron darme cuenta de lo ciega que había estado, después pude tomar grandes decisiones. Como dejar de soportar una relación de pareja que no me satisfacía, dejar de trabajar para otros y empezar a tener mi PROPIO PROYECTO DE VIDA.
Los 3 pasos para disfrutar del trabajo y de la vida
Me parecía fundamental que supieras esto de mí antes de contarte los 3 pasos para disfrutar del trabajo y de la vida, por que esta historia es lo que me permitió conseguirlo a mí.
Analiza y Visualiza
El paso número uno y quizá más importante para disfrutar del trabajo y de la vida, es saber dónde estás y dónde te gustaría llegar.
Muchas veces, como me pasaba a mí antes de la reunión con mi jefa, vamos de víctimas por la vida.
Yo me quejaba de que mis compañeros no me hacían caso, de que el trabajo no salía, de las reuniones… ¡Qué pesada!
Por suerte desperté cuando mi jefa me dijo: “¡cuidado que no son los demás! ¡Que eres tú!”
Eso me hizo recapacitar y ver qué estaba haciendo en el trabajo y en la vida.
Cuando te paras y miras qué tienes en la vida, cual es tu nivel de satisfacción dentro del trabajo, con tus compañeros, con tu jefe, con tu equipo, con los resultados que obtienes, con los clientes, con los proveedores y piensas ¿para qué? ¿para qué esta insatisfacción?
Y por supuesto,
¿Cuál es tu nivel de satisfacción en tu vida privada? ¿para qué las insatisfacciones?
Ahí ves que hay algo que tienes que cambiar, porque tu nivel de satisfacción con el exterior es solo tuyo, eres tú quien percibe e interpreta los hechos.
Una vez que me di cuenta que iba de víctima por la vida y decidí tomar las riendas, decidí también visualizar la vida que quería. Imaginar con todo lujo de detalles como quería que fuera mi vida ideal.
Esto es lo que te propongo, primero analiza dónde estás y luego, empieza a visualizar dónde te gustaría estar.
Acción Nueva – Actúa
El segundo paso para disfrutar del trabajo es tomar acción, por supuesto, nunca tomarás acción hasta que no te des cuenta de dónde estás y donde quieres ir.
Pero si te paras ahora …
Es posible que la vida venga y te traiga una tormenta para que actúes, ¡tú decides!
Si has conseguido ver qué quieres conseguir en tu vida y lo ves de forma concreta, hacer un plan de acción es sencillo. Por eso es tan importante asegurar lo que quieres.
Tu cerebro no es capaz de ver conceptos etéreos, por ejemplo, quiero ser feliz. Tu cerebro no lo entiende, tú no sabes en qué consiste, ¿Cómo vas a actuar para llegar ahí?
Sin embargo, si describes qué es la felicidad para ti en hechos concretos, ya es más sencillo.
Por ejemplo, yo me dije, «quiero trabajar por mi cuenta, pasar las tardes con mi hijo… « y aquí estoy, trabajando por mi cuenta desde casa, habiendo cumplido ese objetivo.
Lo mejor es ir dando pequeños pasitos que te acerquen a eso que quieres, que te alejen de la insatisfacción. Esos pequeños pasos son:
- Prioriza lo importante: Decide qué es lo más importante en tu vida, deberías ser tú. No podrás dar a otros si no tienes para ti. Esto lo aprendí cuando nació mi hijo, ¿Cómo le voy a dar a él lo que no tengo para mí?. Haz cada día una pequeña acción que te demuestre que tú eres lo más importante.
- Siéntete responsable de lo que pasa en tu vida, deja ya el victimismo. Cada vez que te quejas pierdes una oportunidad para crecer.
Las víctimas buscan 3 motivos para quejarse, las personas responsables 3 soluciones para salir del problema.
Esto es lo que yo hice después de aquella reunión con mi jefa, darme cuenta que era yo la que provocaba las situaciones negativas y empezar cada día, con pequeñas acciones a darle la vuelta. - Agradece todo lo que te pase, tanto lo que sientas positivo, como lo que sientas que no le es tanto. En el momento que empecé a agradecerlo todo en la vida, fui consciente de una nueva realidad que hasta ese momento no conocía, me reconcilié con la alegría y la pasión por vivir. Agradece cada día, todo, todo, todo.
Te aseguro que, si das estos tres pasos cada día, demostrándote a ti con pequeñas acciones que lo estás haciendo, tu vida será muy diferente. Como me pasó a mí, como les pasó a Emmanuel, Sergio, Jorge, Raul, Alberto, Nuria…
Celebra tu trasformación
El tercer paso es CELEBRAR, celebra siempre todo, lo éxitos y los aprendizajes.
Juan había conseguido unos resultados buenísimos de ventas, muy por encima del objetivo marcado y sin embargo se quedaba pensando en esa parte que no había ido tan bien. Yo le pregunto, “¿Cómo lo has celebrado?”, respuesta, “de ningún modo”.
¿Por qué celebramos tan poco? ¿Tú? ¿Celebras tus éxitos? ¿y tus aprendizajes?
De cuando en cuando invito a mi familia a cenar fuera y les digo, esto es para celebrar mis éxitos, otras veces me regalo un paseo por la naturaleza a una hora que normalmente no iría, un baño, un baile, o simplemente un brindis en la cena.
El caso es celebrar, celebra cada pequeña victoria, cada vez que hayas hecho o conseguido algo.
Las celebraciones le dicen a tu cerebro que eso que ha hecho “mola” es como hablarle a tu subconsciente y de ese modo, la próxima vez que te encuentres ante una situación similar, tu cerebro sabrá cual es la opción que te lleva a la celebración.
Resumen
- Analiza y Visualiza
- Actúa priorizando, sintiéndote responsable y agradeciendo
- Celebra
Estos son los tres pasos fundamentales que pasaron y siguen pasando en mi vida cada día para llegar a disfrutar del trabajo y de la vida. ¿No te gustaría seguirlos también a ti?
Si lo que te he contado te resuena, reserva una cita de 20 minutos conmigo y vemos tu caso.