¿Conoces a alguna persona que está siempre enfadada? Enfadada con el gobierno, con sus hijos, con sus padres, con su pareja, con su jefe, con el mundo, con ella misma…
Siempre, siempre, espero que no. Pero quizá durante largos periodos de su vida. Hay personas que conectan fácilmente con el enfado, está bien, si eso les hace sentir bien. El enfado es una emoción, un impulso a la acción, te informa que hay algo que ha superado tus límites y todos lo vivimos en mayor o menor medida. Pero, ¿por qué anclarte a él?
Quiero decir, alguien hace algo que te molesta, tú te enfadas. Reconoces que ha superado tus límites, dejas pasar los 90 segundos de rigor y luego decides qué quieres hacer con ese enfado. Quizá expresarlo en forma de ira o quizá transformarlo en energía para otra acción.
Lo que te hace anclarte al enfado es que no consigues perdonar. Por eso el sexto principio de cambio para convertirte en mondaylover es: Perdona a quien te ofende, empezando por ti.
Samuel, esa persona que está siempre enfadada
Samuel un día me dijo que estaba muy enfadado con el gobierno, con la manera como estaba gestionando la situación del COVID. Le molestaba que en su comunidad tuviese unas restricciones que no había en otras.
Mi respuesta fue, ¿por qué estás enfadado? El veneno te lo estás comiendo tú. ¿Qué puedes hacer para cambiarlo?
Creí que lo había entendido, pero al cabo de unos días me dijo, «Pilar, no entiendo por qué no tengo que estar enfadado, lo están haciendo fatal«
No debí explicarme muy bien, puedes estar enfadado si quieres, solo que quien peor lo pasa eres tú.
Si estás enfadado con el gobierno, con el presidente de la comunidad, con tu jefe o con el mundo, si eres de esas personas que está siempre enfadada, todo el sufrimiento lo estás viviendo tú.
¿Cómo te sientes cuando estás en el enfado?
Por supuesto tienes derecho a e enfadarte, hay cosas que te parecen mal y te enfadas, pero ¡Vivir en el enfado! ¿Te hace feliz?
La primera decisión que necesitas tomar es si quieres o no dejar de vivir en el enfado. Una vez que hayas tomado esta decisión viene el siguiente paso.
Perdona a quien te ofende, empezando por ti
Perdonar cuando alguien te ha ofendido, no es camino fácil, pero es el verdadero camino hacia la serenidad y la paz interior.
Hace unas semanas te hablaba de la compasión, en realidad el perdón y la compasión están muy relacionados, si eres capaz de sentir compasión por alguien, perdonarle se torna mucho más sencillo.
Si consideras que el gobierno, la sociedad o tu jefe te han ofendido, es un buen momento para perdonar. Pensar que las demás personas actúan con su condicionamiento vital, haciendo lo que saben hacer con el conocimiento que tienen en ese momento y actuando bajo una presión que tú desconoces, bajo unas premisas que tú no sabes te ayudará en el proceso de perdón.
¿A quien perdonar?
Normalmente con las personas que tienes más cerca es con las que más pagas tu enfado. La persona que está siempre enfadada, suele demostrarlo con los que le rodean.
Si haces una lista con las personas que te irritan más a menudo, seguro que aparecen, tus padres, tus hijos, tu pareja, tu expareja, tu jefe, tus compañeros, alguien de tu equipo.
Primer cambio de paradigma, anota esto en tu cuaderno:
Nadie puede enfadarte o irritarte, tú eres quien se enfada o irrita por el comportamiento de alguien.
Sólo con este cambio en la manera de hablar, dejarás de dar poder a los que te rodean y te darás cuenta que quien tiene el poder eres tú.
Tu jefe no te enfada, tú te enfadas por el comportamiento de tu jefe.
Yo empecé por mi padre
Cuando propongo ejercicios de perdón a los padres, muchos de mis clientes me dicen, «Pilar, es mi padre, me dio la vida y le quiero, no puedo guardarle rencor«.
¿Es cierto? ¡Enhorabuena! La mayoría de nosotros sentimos un profundo rencor, pero lo ocultamos, por que sentimos esa «obligación de fidelidad», ellos lo hicieron lo mejor que supieron, sin embargó dolió.
La persona en cuyo perdón más he trabajado en mi vida, es en mi padre. Yo tenía claro que necesitaba perdonarle, mi padre era un gran hombre, muy pasional, divertido y social, sin embargo esa pasión la llevaba al extremo también en el enfado. Yo le vi muchas veces iracundo, gritar a mi madre y a mis hermanos con acusaciones que no entendía.
Durante mi adolescencia, él no podía soportar que yo tuviese novio y me lo prohibía. Sin embargo, lo peor vino al final de mi carrera, cuando se arruinó, dejó a mi madre por otra mujer y yo me sentí traicionada por la manera en que gestionó todo. Es una larga historia que acabó en 15 años de silencio entre ambos.
No fue un ejercicio sencillo perdonarle, y sin embargo hoy siento compasión por él, sé que él hizo las cosas como sabía, huyendo del dolor en la mayoría de los casos o buscando el placer en algunos otros. Lo importante es que hoy me siento liberada y eso me ayuda en mi relación con los demás.
Era un pobre hombre, a quien nadie enseñó a amar. ¿Cómo sé que le he perdonado? Porque cuando pienso en él lo hago desde el amor.
Si fui capaz de perdonarle a él, ¿Cómo no voy a perdonar a los que me rodean solo por algunas miserias?
Perdonar a mi jefe
Seguro que te he hablado de un jefe que tuve hace muchos años. Parecía que yo lo hacía todo mal, él siempre tenía un defecto que sacar a mis proyectos, una puntilla que resaltar. Con los años me di cuenta que yo aportaba también mucho a que la relación fuese así, yo estaba siempre enfadada con él, no creo que acercarse a mí le resultase fácil.
Cuando me doy cuenta de que él actuaba como sabía, que lo único que buscaba es que la empresa fuese bien, que consiguiésemos más proyectos y más rentabilidad, para que todos tuviésemos trabajo y un sueldo con el que pagar facturas, comprendo su actitud y puedo perdonarle.
Perdonar a mi ex pareja
Este tampoco fue trabajo fácil, me sentí muy mal muchas veces y mucho tiempo durante mi relación. Sin embargo, comprender que él también se sentía mal, que él se sentía pequeño por momentos y eso le hacía comportarse de ese modo, me ayudó a perdonar y a quitarme otro peso de encima.
Todo el rencor que pudiera guardarle, en realidad hacía mucho más daño en mi corazón que en el de él, que ya está fuera de mi vida.
Perdonarme a mí
Yo soy la persona más importante de mi vida, estar siempre enfadada con los demás me hace sufrir, ¿no es hora ya de cambiar?
Y si hay algo que ha salido diferente de lo esperado, si me he comportado como una loca o como una fiera, ¿por qué no perdonarme? también yo me moví huyendo del dolor o buscando el placer.
Si me perdono a mí, me doy amor y compasión, tendré muchas más opciones de dar lo mismo a los que me rodean y posibilidad de conectar con la serenidad que busco.
¿Cómo puedo perdonar?
Primero revisa a quién quieres perdonar, casi seguro que como te he dicho será a tus padres, parejas, hijos, jefes…
Y luego, escribe una carta de perdón, no tienes que enviarla, es suficiente con que la escribas y la quemes. En esa carta, recuerda también pedir perdón y agradecer, seguro que tú tuviste mucho que ver en lo que pasó.
Estoy segura que cuando conectes con el perdón y tomes la decisión de perdonar, tu vida será mucho más serena.
Muy importante, perdonar no significa dejarte pisar, significa dejar de sentir rencor. Si sientes que el comportamiento de alguien te hace daño, puedes poner distancia y perdonar al mismo tiempo.