¿Cómo salir del fracaso?
- Pilar, después de cada proyecto reviso todo lo que ha salido mal, me atormento con ello y así aseguro que lo haré mejor la próxima vez. ¿No crees que así sufres más de lo necesario?
- ¿Qué tal si revisas todo eso que ha salido diferente a lo que esperabas y luego celebras lo aprendido con ello?
No hay fracaso, si no aprendizaje, dicen que se aprende más de los fracasos que de los éxitos. ¿Qué opinas?
En Estados Unidos los Curriculum más buscados son los que tienen varios fracasos. Una empresa que se precie, no te contratará si no has fracasado antes.
Aprende de todo lo que te pasa, es el quinto principio de cambio para ser un Mondaylover.
¿Cómo salir del fracaso?
Samuel me cuenta que está tranquilo y feliz, mucho más centrado que antes. Llevamos unas semanas trabajando juntos. Siente que cada día hace tareas importantes y que avanza en sus proyectos. Sin embargo, llega la noche y empieza a repasar todas las cosas que no ha hecho, o han salido «mal» en el día, vamos que siente que ha fracasado. Me pregunta sobre cómo salir del fracaso.
¿Qué es un fracaso? Quizá en la propia definición de la palabra está la respuesta. Según la RAE es: Malogro, resultado adverso de una empresa o negocio.
Entonces ¿Qué es un resultado adverso?
Como yo lo veo: Un fracaso es un resultado diferente al esperado.
Por tanto, tú creías que haciendo esto o aquello ibas a conseguir una cosa y resultó que obtuviste algo diferente ¿Es un fracaso?
¿Te has parado a pensar si ese nuevo resultado te traerá algo mejor?
¿Te has parado a reflexionar y hacer un aprendizaje?
Es totalmente injusto que te juzgues ahora por un resultado, cuando tienes una información que antes no tenías, cuando además han intervenido otros factores.
¿Por qué no celebrar el aprendizaje?
Mi propuesta para Samuel, ¿Por qué no en la noche anotas todos los éxitos del día y un aprendizaje de esas cosas que según tú son un fracaso?
Cómo salir del fracaso: Anotando tus lecciones aprendidas y agradeciéndolas.
Aprende de todo lo que te pasa
Mi historia
La semana pasada estaba haciendo un directo en una red social. En mitad del directo llaman al portero de casa, decido no abrir, ahora no podré atender a nadie.
Vuelven a llamar, yo sigo con lo mío.
Suena el móvil, como el directo era por el móvil se corta puntualmente la emisión.
De nuevo el portero
Y otra vez el móvil.
Por fin decido levantarme a ver qué pasa y terminar el directo. Con el lío del portero, las llamadas… salgo de la aplicación y no gravo el vídeo del directo.
Ahora puedo sacar el látigo y empezar a fustigarme, enfadarme con la persona que llamaba insistentemente o puedo aprender de la situación.
Mi aprendizaje, avisar a mi familia que estaré haciendo un directo, poner el no molestar en el móvil. Y si se me olvida, con naturalidad, levantarme del directo, pedir que esperen un momento y salir a abrir, no pasa nada, todos somos humanos.
A veces me pasa que pretendo que todo salga «perfecto», tal como yo lo había planeado y si algo sale diferente: «grrrrr». Aparece mi José Manuel y mi cerebro deja de funcionar. Llevo varias semanas trabajando en eso, si no sale tal como yo lo había planeado, «otra cosa me traerá la vida» y a seguir.
Esta anécdota que me puedes decir que es tonta, se aplica a todas las situaciones de la vida. Ya sé que lo que te pasa a ti es mucho más grave y complicado.
La historia de Julian
Julián había tenido una empresa exitosa que finalmente fue a pique. Después de esto, aún le quedaba dinero para invertir en otro proyecto, se asoció con Alberto, que conocía el negocio. Julián no era experto en este campo.
Alberto pedía más y más dinero a Julián, que nunca se planteaba para qué, ni dónde iba el dinero. Finalmente Julián terminó en banca rota, sin un céntimo en el banco y con todos sus bienes embargados. Julián vive esto como un tremendo fracaso.
¿Por qué no vivirlo como un gran aprendizaje? Ahora tiene otra ocupación, sabe que para invertir dinero tiene que tener claro dónde va y cómo va a volver. Sabe que no puede olvidarse de ver cómo está el mercado, por donde van las tendencias y que para poner el dinero en un negocio hay que conocerlo.
Julián se ha pasado la vida «comprando» el cariño y la amistad, ¿no crees que habrá aprendido la lección?
Cuando Julián daba y daba, creía que su socio era alguien de confianza y que sabía lo que hacía. Ahora Julián sabe que ese no era el caso, juzgarse a sí mismo por algo que hizo en el pasado con la información del presente, es un poco cruel ¿no?
Conclusión, cómo salir del fracaso
Cuando sientas que algo ha salido diferente a lo esperado, puedes hacer dos cosas:
- Sacar el látigo y fustigarte (¿servirá de algo?)
- Agradecer el resultado inesperado, seguro que te trae algo positivo y aprender de la situación. Y ¡aprovecha la oportunidad para celebrar el aprendizaje!.
- Aplica compasión hacia ti, que para algo eres la persona más importante de tu vida.
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