¿Te pasa a veces que sin saber como tiras la sal, después se te cae el agua, luego un cubierto y terminas desesperado pensando que eres un patoso?
También a mi me ha pasado, tranquilo, no es que seas un patoso, es simplemente que, como solía decir mi madre, no estás a lo que celebras; o dicho de otro modo, no estás en el presente.
A menudo vamos tan rápido en nuestra vida y queremos hacer tantas cosas al mismo tiempo que no disfrutamos de ninguna ¿te suena?
Esta mañana mientras yo me lavaba los dientes en el baño, llega mi hijo, quiere enjuagarse la boca, ha estado preparando la mochila y el abrigo para ir al instituto, mientras se lavaba los dientes ¿visualizas la situación?. Me pide que me quite, le digo -estaba yo-, él protesta, dice que él estaba primero, ¿estaba? ¿Dónde? ¿Crees que sus dientes estarán limpios? ¿Crees que habrá podido disfrutar la experiencia de lavarse los dientes? Al menos para mi, lavarme los dientes y cepillarme la lengua es una experiencia muy placentera. Él alega – mamá, he aprovechado el tiempo- en realidad yo creo que lo ha perdido, es solo una cuestión de percepción.
Esto es lo que nos enseña el famoso Mindfullness, que a mi me encanta, a estar en el ahora, ni más ni menos que disfrutar del momento, sentir nuestro cuerpo aquí y ahora. No estar en lo que pasó ayer, con la batidora de la discusión con el frutero, con el lío de la fábrica, mientras preparamos la ensalada para la cena, o con los planes de lo que haré el domingo con mi familia. Si cuando hago planes, sólo planifico, cuando reflexiono sobre los problemas hago solo eso y busco soluciones y cuando hago la ensalada disfruto los colores y las texturas de lo que estoy haciendo, mi vida será más plena, y aunque parezca que no, más productiva, ¿puedes verlo?.
Esto es lo que me enseñó el programa de 8 semanas de Mindfullness, que hice con la gran «transmisora de paz«, Mercedes de silenciomindfulness.com. Entonces yo ya sabía del poder del ahora y de estar en lo que celebras (con razón me lo repetía mi madre a menudo de niña). Lo que aprendí en el programa es como lograrlo, es sencillo, simplemente, observando dónde está tu mente en cada momento y cuando está lejos de lo que estás haciendo, agradeces los pensamientos y vuelves a lo que estás. Es cuestión de tratarse con cariño y compasión, ¿te has ido por las ramas? Vuelves y ya está. Esto que parece tan sencillo, sé que no lo es, no de un día para otro, pero si eres lo bastante perseverante, o tienes la ayuda de alguien como Mercedes, puedes conseguirlo.
Y ahora ¿Estás en lo que celebras?
Muchas gracias por llegar hasta aquí, espero que te haya gustado. Si es así, por favor compártelo.
Puedes ponerte en contacto conmigo en los comentarios o escribirme un mail a pilarsanzmartinez@yahoo.es contándome en qué momentos de tu vida consigues conectar con el presente y en cuales te cuesta más.
Un abrazo y hasta pronto
P.D. Me encantaría saber de qué momentos de tu vida te encanta disfrutar y en cuales vuelas y como dije en el post un largo sueño en Tanger, pones el piloto automático. ¿Te atreves a ponerlo en los comentarios?
Casi me da hasta vergüenza confesar lo muchísimo que me identifico con ese no estar en el ahora, sobre todo cuando hago un fin de semana cultural y lleno hasta el último inuto de mi tiempo con actividades y actividades.
Estoy aprendiendo a ser menos ambicioso y disfrutar plenamente de las que escojo.
Es un placer leerte.
Alberto Mrteh (El zoco del escriba)