Contenido
Tercer principio de cambio para ser un #mondaylover, «habla en positivo, tus palabras crean tu realidad».
En el segundo principio de cambio te hablaba sobre el peligro de la queja, lo cual está muy relacionado con el principio de hoy, aunque tiene algunos matices adicionales.
«No te gires, ha llegado Juan y está mirando«
¿Cuánto tardas en girarte disimuladamente para ver a Juan? Y si no te giras, ¿sientes que una gran curiosidad te impulsa a ello?
Si tu interlocutor no te hubiese mencionado el tema, seguirías en tu mundo sin prestar atención a quien tenías detrás. Sus palabras, han creado en ti un efecto…
Mi historia, como las palabras de mi madre crearon mi realidad
Las etiquetas
Cuando yo era niña, en algún momento tuve problemas en la clase de lengua, entonces mi madre dijo, «hija, tú como yo, eres muy buena en matemáticas y muy mala en lengua» ¡Y lo decía con gran orgullo!
Como buena hija que quiere ser fiel a su madre y sentirse querida, hice realidad aquella profecía de mi madre y a los 10 años, suspendía lenguaje, porque no se me daba bien… Mientras sacaba sobresaliente en matemáticas.
Esa historia que me contaba mi madre, yo la repetía una y otra vez (la etiqueta), cuando alguien preguntaba, «no, es que a mí, no se me da bien la lengua»
Y ese pequeño e inocente comentario, marcó toda mi vida académica, después de la lengua, fue el inglés; al fin y al cabo, también es una lengua. Y en el instituto tenía siempre problemas para aprobarlo. Hasta el punto de que en la selectividad, suspendí el inglés. Por suerte, las buenas notas en las asignaturas de ciencias, hicieron la media y el resultado final fue lo bastante bueno como para poder estudiar ingeniería.
Sí, ingeniería, y por fin librarme de todas las asignaturas de letras, que parecía que era algo imposible de entender por las mujeres de mi familia.
Modifica tus pensamientos
Tiene gracia, me costó muchísimo esfuerzo, años de formaciones, de cursos, de perseverancia (que sí es una de mis virtudes, según decía mi madre) conseguir hablar inglés de forma fluida.
Y sobre todo, años de verme a mí misma capaz de hacerlo, años de deshacer aquella creencia de que yo no era buena en letras. De repetirme a mí misma que sí podía hacerlo.
Y lo conseguí, llegó un día en que fui capaz de tener una conversación fluida en inglés con un alemán, y desde ahí cientos de ellas.
Mi nivel de inglés no es nativo, pero puedo decirte que es bastante mejor que el de la media de la población española, que quizá sí, aprobaron en selectividad (o el examen que tocara en su momento).
Esta es solo una pequeña historia de cómo las palabras de mi madre, que yo hice mías, crearon mi realidad.
Y ahora, que dejé atrás la ingeniería, que me encanta leer filosofía, me pregunto, ¿qué habría sido de mi realidad si no me hubiese creído aquellas palabras?
No importa, porque hoy soy feliz con lo que tengo y sé que estoy aquí gracias a mi historia, a aquellas palabras y a muchas otras que decía mi madre y que decía yo misma.
Tus palabras crean tu realidad
Las palabras crean pensamientos, los pensamientos crean emociones y las emociones crean la realidad.
Tu vida es el resultado de tus pensamientos pasados y tus pensamientos y palabras de hoy, están creando tu futuro.
Te conviertes en eso que piensas la mayor parte del tiempo.
¿En qué quieres convertirte? Empieza a pensar en ello.
La profecía autocumplida
Viernes por la noche, Toño está de guardia en la fábrica, eso significa que puede estar en casa, pero si pasa algo le llamarán al móvil. Antes de acostarse piensa, «espero que mañana no se quede ninguno dormido»
Sábado, 6:10 de la mañana, suena el móvil, Ricardo se ha quedado dormido, su compañero de turno le ha estado llamando pero no contesta al teléfono. Ahora Toño tiene que buscar una solución.
Me dirás, Pilar, es una casualidad, quizá, la cuestión es que él lo pensó y sucedió. ¡Cuidado con lo que piensas!
Y si te descuidas y piensas algo negativo, en cuanto te des cuenta di, «cancelo, cancelo, cancelo» Y cambia el pensamiento por algo positivo.
¿Cómo alimentas tus pensamientos?
Tu subconsciente es el dueño de tus pensamientos la mayor parte del tiempo. Según estudios científicos, al día tenemos entre 60.000 y 90.000 pensamientos, la mayoría de los cuales son negativos, repetitivos y del pasado. Y están dominados en un porcentaje superior al 90% por el subconsciente.
Por tanto, si el subconsciente domina nuestros pensamientos y nuestros pensamientos crean nuestra realidad, es fundamental alimentar nuestro subconsciente con información positiva ¿no?
Hace 7 años que dejé de ver la televisión, de escuchar noticias en la radio y de leer noticias negativas en prensa o en redes. Creo que la mayoría del tiempo que veía las noticias u otros programas, mi subconsciente se alimentaba de información negativa. Información negativa, que no sé qué porcentaje de los 90.000 pensamientos diarios ocupaba, seguro que muy alto.
¡A veces pienso que un día cambiaremos de presidente del gobierno y no me enteraré!, hasta hoy no ha sucedido, de un modo o de otro, termino enterándote de lo que es realmente relevante.
Nuestro cerebro es como una máquina de embutido, si lo alimentamos con «grasas y comidas insanas» el resultado son grasas y comidas insanas en un envase diferente.
Conclusión
Si lo que dices provoca en ti pensamientos, que causan emociones que terminan creando la realidad, ¿por qué no cuidar lo que dices?
Ten mucho cuidado con las palabras y frases que utilizas en cada momento del día.
Cuidado con:
- Las etiquetas, cualquier palabra que digas después de Soy … o eres… tiene un poder brutal. No eres torpe, lento, gordo, celiaco, parado… Por favor, cambia el lenguaje, cambia el eres por: a veces hay cosas que te cuesta más hacer, tienes sobrepeso, tienes una enfermedad, no tienes trabajo. Recuerda, yo de pequeña era mala en lengua y fíjate cómo marcó mi vida.
- La profecía autocumplida, no lo voy a conseguir, es tontería que lo intente, seguro que llego tarde… Tus palabras crean tu realidad, si no quieres que eso suceda, no lo menciones. Recuerda el ejemplo de lo que le pasó a Toño.
- Cómo alimentas a tu subconsciente, procura alimentarlo con información positiva, recuerda que lo que entra es lo que sale en un formato diferente.
- No te quejes, busca soluciones. Si te enfocas en la queja, eso es lo que ves y eso es lo que consigues la mayor parte del tiempo.
- Intentar, deja ya de intentarlo todo, hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes.
Tanto si crees que puedes como si crees que no, estás en lo cierto
(Henry Ford)
¿Qué es lo que quieres creer hoy?
Deja una respuesta