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El teletrabajo ha llegado para quedarse y lo que antes parecía un chollo, cada vez parece más una carga para según quien, a menudo llegan a mí, personas preguntando por hábitos para desconectar.
Y es que los hábitos son algo tan poderoso que a menudo no nos damos cuenta de cuánto nos condicionan. Y no somos conscientes de cuántos hábitos nocivos para nuestra salud física y sobre todo mental y emocional practicamos cada día.
Por eso es importante implementar hábitos saludables que poco a poco vayan tomando el espacio de los hábitos insanos.
Hábitos no tan sanos, la historia de Jesús
Jesús se despierta en mitad de la noche, necesita ir al baño, así que se levanta. Consulta la hora en el móvil y ve que tiene algunas notificaciones. Mientras va al baño las revisa, hay un mensaje de la fábrica donde trabaja, duda si abrirlo o no. Ahora ya da igual, su cerebro se ha puesto en modo laboral, necesitará un buen rato para volver a la serenidad de su habitación y de su cama.
El despertador suena a las 6:45, lo apaga, 10 minutos más y vuelve a sonar. Ahora sí se despierta, vuelve a tomar el teléfono, ha entrado otro mensaje del trabajo, decide contestar antes incluso de poner los pies en el suelo.
Su día trascurre así, entre llamadas, mensajes, reuniones…
Después de un duro día en la fábrica, regresa a casa en torno a las 8 p.m. sale a correr un rato, en mitad de la carrera recibe una llamada, del trabajo como no, contesta sin pensar.
Poco después de la cena tiene que hacer una nueva llamada. Y justo antes de apagar la luz de su habitación para dormir, consulta la mensajería interna.
Y dices ¿por qué no puedo desconectar del trabajo? necesito hábitos para desconectar…
Sé que esto suena muy radical, pero te prometo que es una historia real.
Mis 7 hábitos para desconectar del trabajo
Espero que tu caso no sea como el de Jesús, pero, aunque sea un poco más leve, seguro que alguno de estos hábitos que yo practico, te serán de utilidad.
Hábito para desconectar nº 1: Dejar los problemas en el trabajo
Esto es algo que aprendí hace años y que solía practicar cuando trabajaba para otros fuera de casa. El trabajo se queda en el trabajo, sea cual sea la emoción que traiga, se queda ahí cuando abro la puerta de mi casa.
Es un ejercicio de toma de consciencia, antes de abrir la puerta hacía una revisión de mi emoción predominante, de mis pensamientos y decidía dejarlos ahí, fuera de casa. «Mañana podré volver a ellos si los necesito» pensaba.
Ahora la situación ha cambiado, como quizá te pase a ti. Trabajo en casa, no hay puerta que abrir, ni puedo dejar los problemas fuera. Tengo la suerte de tener un despacho dentro de mi casa, y lo uso para trabajar y punto. Por eso hago algo parecido, los quebraderos de cabeza del trabajo, se quedan ahí en el despacho y hago un ejercicio de físicamente sacudir esas cosas que podrían abstraerme en mi tiempo de ocio o familiar.
Si no tienes un despacho, sí es importante que tengas un espacio dedicado al trabajo, que uses ese espacio solo para trabajar y que te vistas y prepares para tu jornada, de esta manera estás indicando a tu cerebro «es momento de trabajar». Y cuando termines, cámbiate de ropa, como lo harías si volvieses a casa. De este modo le dices a tu cerebro «es momento de descansar».
Hábito para desconectar nº 2. Abandona el teléfono
Sé que pensarás que el caso de Jesús es muy «heavy» y que a ti no te pasa lo mismo, me alegro por ti. El caso es que conozco a tanta gente que le pasan cosas similares que merece la alegría hablar de este tema.
Ya sé que tus clientes (compañeros, jefes…) son lo más importante, que te debes a ellos y que no puedes apagar el teléfono, ¿nunca?
Mi hábito favorito para desconectar referente al teléfono es:
- Las horas de las comidas son sagradas, en esos momentos el teléfono está fuera, no se usa. Para mí, la comida y la cena con mi familia son muy importantes, es el único momento del día en que estamos los tres y compartimos, por eso no me gusta que haya otras distracciones, ni móviles, ni tele.
- Los datos y el wifi se apagan a las 23:30 y no vuelven a encenderse hasta las 8:00. Lo último antes de dormir es agradecer el día. Y antes de ponerme en marcha con el trabajo, necesito ponerme en marcha conmigo misma. Por eso tengo varias rutinas matutinas entre las que no están revisar notificaciones.
Hábito para desconectar nº3. Comparte tiempo de calidad con tus seres queridos
Hace tiempo te hablaba de la escucha activa, es muy importante que estés presente el tiempo que pasas con las personas que quieres. Ya sé que te cuesta soltar los problemas del trabajo y otros…
Lo que te propongo es que hagas el esfuerzo, que mires a los ojos a esa persona con la que estás compartiendo el tiempo, que te concentres en su mirada, en la forma de su cara, en escuchar con profundidad lo que está diciendo. Nada más, solo escuchar.
Es imposible que otras cosas vengan a tu mente cuando escuchas activamente y miras a los ojos a la persona que tienes delante.
Hábito para desconectar nº 4. Agradece
Agradece todo lo que tienes y lo que no, si llegas a casa y no puedes dejar de pensar en eso que has dejado en el trabajo, ¿Qué tal si agradeces esto que tienes aquí?
Mis hábitos favoritos respecto al agradecimiento son sobre todo al acostarme y al levantarme.
Antes de cerrar los ojos busco al menos 3 cosas que me han encantado del día y las agradezco (también las escribo en mi diario) y las comparto con mi pareja. Procuro que cada día sean cosas concretas, diferentes del día anterior. Eso me ayuda a irme a la cama con un buen sabor de boca.
Y por la mañana antes de abrir los ojos; cuando suena el despertador, empiezo a agradecer que todo en mí funciona bien. Repaso todas las partes de mi cuerpo, empezando por los pies y acabando por la cabeza y agradezco cada una de ellas. Después agradezco que mi pareja y mi hijo están bien, que tenemos una cama con sábanas limpias, que vivimos en una casa donde hace calor, que tenemos comida en el frigorífico, que… todo aquello que se me ocurre ese día.
Si durante el día algo se pone feo, agradezco, lo primero que se me ocurre, y también eso que se ha puesto feo, por qué no, seguro que me trae algo mejor.
Hábito para desconectar nº 5. Sueña
Sí, sí, sueña. Si tu cerebro ha decidido «machacarte» ¿por qué no enseñarle quien manda aquí?
En mis talleres y experiencias virtuales me gusta repetir la afirmación:
Todo está en tu cabeza
Y lo bueno es que quien alimenta tu cabeza eres TÚ. Puedes vivir la vida siendo su esclavo o siendo su jefe
¿Quieres ser el guionista de tu película? o solo un actor.
Mi hábito favorito cuando mi cabeza se pone tonta y empieza a pensar en problemas y en las cosas que van mal, es decirle ¡no!, yo decido que vaya de otra manera.
Y como tengo mis objetivos claros y sé lo que quiero conseguir en cada caso, me pongo a visualizar que ya he conseguido ese objetivo que quiero, empiezo a ver, escuchar y sentir lo que vería, escucharía y sentiría si lo hubiese conseguido.
Para ello además, hace unos pocos días, utilizo una pulsera, es una pulsera que he «programado» para que me recuerde a ese objetivo que quiero conseguir. Así que cuando mi cabeza toma las riendas, yo toco la pulsera y me pongo a visualizar y sentir la emoción de haber conseguido mi objetivo.
«Vete a la playa».
Tómate un momento ahora, para describir con todo lujo de detalles, un lugar real o ficticio que te encanta. Ese sitio en el que te gustaría estar ahora mismo. Describe todos los detalles, como huele, a qué sabe, qué ves, qué oyes, qué sientes en tu piel, en tu cuerpo. Qué colores, formas…
Cuando lo tengas, solo tienes que recurrir a él cada vez que tu cabeza te secuestre.
Hábito para desconectar nº 6. Haz algo divertido
El miedo y la risa son incompatibles, si te cuesta desconectar es posible que sea porque sientes miedo o frustración. En cualquier caso, busca algo que te divierta.
Haz una lista de cosas que te divierten para tener a mano en caso de emergencia. Por ejemplo:
- La música, escucha música, hazte una play list de emergencia y si te gusta, baila.
- Juega con tus hijos, con tu pareja, a algo que de verdad te divierta, ¿cuándo decidiste convertirte en un adulto aburrido? ¿qué cosas te gustaba hacer de niño?
- Busca un monólogo divertido en internet, seguro que tienes un monologuista favorito, empieza a verlo y a reír locamente.
- Llama a ese amigo gracioso que tienes.
- Recuerda momentos divertidos de tu infancia o juventud.
- Ríete a carcajadas, aunque no sepas de qué, la risa es muy sanadora.
Hábito para desconectar nº7. Escribe
Te he contado miles de veces lo sanador que es para mí escribir. Me encanta, para solucionar problemas, para anotar frustraciones, para dejar atrás miedos.
También puedes escribir sueños, frases empoderantes, afirmaciones…
Resumen
Estos son mis hábitos para desconectar favoritos, existen muchos más, te comparto los míos por si alguno te resuena y decides empezar a utilizarlos.
Te aseguro que cada uno de ellos vale su peso en oro.
No solo se trata de implementar un hábito saludable, es que por cada hábito saludable que implementas, erradicas uno dañino para tu vida.
Y tú, ¿Qué hábito saludable vas a empezar a poner en práctica? o mejor aún, ¿me cuentas los que ya estás utilizando y así también yo aprendo hábitos nuevos?
Si te gustaría aplicar estos hábitos y no sabes hacerlo en soledad, reserva conmigo una sesión gratuita de 20 minutos sin compromiso y te echo una mano.
Precioso el articulo.
Muchas gracias por Ayudarnos. bss. Mila.
Me alegra que te guste Mila, espero que apliques alguna de las técnicas. Me encantaría que me lo contases.
Mándame un correo y me cuentas si te ha funcionado mariapilar@meapasionanloslunes.es
Un abrazo y gracias por comentar