by Maria Pilar

Responsable ¿De qué?

abril 29, 2019 | Coaching Soria, Crecimiento personal, desarrollo personal, educación, Historias

¿HASTA DÓNDE TE SIENTES RESPONSABLE DEL TRABAJO DE JUAN?


Cada uno somos responsables de lo que pasa en nuestra vida, cuando culpamos a otros sólo estamos escondiendo la cabeza debajo de la tierra.

¿Has sentido alguna vez la pesada losa de la responsabilidad doblando tu espalda? Quizá hayas sentido el dolor de cervicales o en la parte superior de la espalda al aguantar algo que ¿Te correspondía? Quizá al llegar a casa has dejado de lado tu responsabilidad como padre pues estabas demasiado cansado de llevar la responsabilidad de otros. Quizá te has sentido tan agobiado y estresado que has tenido miedo de enfrentarte a un nuevo lunes de trabajo.

Me pregunto cuál es la connotación negativa de la palabra jefa y por qué yo decidí cambiarla durante tantos años por responsable de departamento, que tiene aún una carga más pesada.

Recuerdo con sentimiento agridulce el momento en que por primera vez me ascendieron de Ingeniera de producto a Jefa de departamento, por una parte lo sentí como un reconocimiento a mis 8 años de pasión por la ingeniería y por otra lo sentí como la pesada losa de la responsabilidad cargando mi espalda (podía sentirla literalmente, cada pocas semanas tenía que ir a recibir un masaje). Yo creía que no podía decir que no a aquel ascenso, pues tendría que aceptar un jefe con quien podría no encajar, pero reconozco que las dudas me asaltaban a cada momento. Hoy me alegro infinito de haber dicho que sí, gracias a ello he tenido una larga carrera de aprendizajes, también hoy sé que tenía derecho a decir que no y que aquel sí me sirvió para salir de mi zona de confort y crecer.

Hasta ese momento yo había sido responsable de mi trabajo y era fácil, ponía toda mi pasión y el tema salía adelante, con más o menos esfuerzo. Al desarrollar mi nuevo trabajo yo me sentía responsable del trabajo de 12 personas (11 personas con un perfil “alto” y yo) sentía la pesada losa de la responsabilidad en mi espalda.

Seguí durante muchos años, demasiados, diciendo al mundo y sobre todo a mí, que era Responsable de departamento, responsable de proyecto… ahí el error de la losa. No, yo era jefa o directora de departamento, responsable de mi trabajo, de la gestión y organización del departamento, de asegurar que disponíamos de los recursos y que conseguíamos los resultados. Pero no responsable de las personas que trabajaban en el departamento, cada uno es responsable de su trabajo y de su vida y yo lo soy de la mía.

Este exceso de responsabilidad es el que me llevó a hacer su trabajo, cuando sentía que ellos no llegaban, a plantearme resolver los problemas de otro modo cuando alguno de ellos venía a mí a preguntar. Quizá también, es el que me llevó a sobreproteger a mi hijo, a sentirme culpable cuando algo iba mal en casa o en el trabajo, cuando algo iba mal con mi pareja. Tomando la responsabilidad de los demás, no les dejamos crecer, les hacemos dependientes ¿quieres que todos dependan de ti?

El gran secreto o descubrimiento que me costó años aprender y que me pregunto por qué no enseñan en la carrera, es la verdadera esencia de delegar, de dejar que cada uno sea responsable de su trabajo. El gran descubrimiento fue devolver la pregunta cuando venían a preguntarme algo, preguntarles a ellos ¿y tú qué harías? ¿Qué puedes hacer diferente para poder hacer todas las tareas “IMPORTANTES”? ¿Qué tareas puedes dejar de hacer o hacer de un modo más rápido y cuales deberías priorizar?

Si involucras a todo tu equipo, si decides con ellos los objetivos, lo importante, la esencia del trabajo y das a cada uno su responsabilidad, quedándote tú solamente con el cargo de Jefe/a, seguro que caminas más ligero por la vida.

Seguro que cuando vuelves a casa te sientes más ligero para disfrutar el tiempo con tu pareja, con tus hijos, con tus amigos.

Seguro que te es más sencillo dejar los temas del trabajo “aparcados”, sintiendo que hay alguien a quien has podido delegar los fuegos que surjan mientras tú disfrutas del resto de tu vida.

Espero que te haya sido útil este artículo, si es así, por favor, compártelo y dale un me encanta. Y si quieres saber más del tema, contacta conmigo, estaré encantada de enseñarte algunas herramientas que te serán muy útiles.

Feliz semana.


RETO, cuando alguien venga a contarte un problema contesta,

Y tú ¿qué harías? «O»

Si yo fuese quien tiene ese “problema” ¿Cuál sería tu consejo para mí?

Cuando lo hagas, por favor, dime el resultado, me encantará conocerlo.
 

Nota: esto también sirve para los hijos, para las parejas, para los amigos, para los padres …

Sobre la autora, Maria Pilar

Coach Coactivo e Ingeniera Industrial

Me dedico a inspirar a ejecutivos estresados, ansiosos, a los que les cuesta desconectar del trabajo, que quieren disfrutar de la vida. Para que prioricen lo importante, se sientan responsables de lo que pasa en sus vidas y agradezcan todo lo que les sucede, conectando así con la alegría de vivir y logrando disfrutar de lo que saben hacer.

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  1. Doy fe de que has aprendido a responder con una pregunta. Ahora que lo mencionas, te comento que lo he incorporado en mi vida cívil y he aconsejado a otras personas que lo usen.
    Así que gracias.
    Es un placer leerte.
    Alberto Mrteh (El zoco del escriba)

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