by Maria Pilar

Por fin Serenidad y Equilibrio entre la vida personal y laboral 3

enero 9, 2021 | coaching ejecutivo, Coaching Soria, Crecimiento personal, desarrollo personal, Tus valores

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Muchas veces te he hablado sobre serenidad y equilibrio entre la vida personal y laboral. Hoy me gustaría hacer un pequeño resumen de lo que te he contado hasta ahora y explicarte una nueva técnica que te ayudará a recuperar la serenidad.

Por qué me falta serenidad y equilibrio en la vida personal

En este blog he hablado mucho de este tema y ahora quiero ponértelo muy fácil para que tengas acceso a todo el contenido.

Si llegas a casa y se pone en marcha tu lavadora mental y no dejas de pensar en el trabajo, en los problemas que han surgido o en los que van a surgir, sigue leyendo porque voy a ayudarte.

Las razones por las que no tienes serenidad y equilibrio entre la vida personal y laboral son sobre todo las siguientes:

Sigues mirando el presente con las gafas del pasado

Cuando nacemos, nuestra mirada es neutral, el pasado no existe y lo experimentamos todo. Cuando vamos creciendo nuestras gafas se van dañando con los sucesos de la vida y nos hacen ver una realidad distorsionada.

Si en tu presente te encuentras una situación dolorosa, intentas resolverla con tus soluciones del pasado y lo peor, vuelves a sufrir como si fuese aquella situación pasada.

Necesitas usar tus herramientas del pasado, pero darte cuenta que la situación es diferente, utilizar los aprendizajes y liberarte de los miedos.

Sé que es más fácil decirlo que hacerlo, por eso te explico mejor cómo hacerlo aquí.

Te sientes culpable por lo sucedido.

En tu vida laboral (o quizá personal) está sucediendo algo o sucedió en el pasado y tú te sientes culpable, esa culpa viene una y otra vez en forma de:

  • y si hubiera hecho esto otro,
  • si hubiese dicho que no,
  • si…

Lo entiendo porque yo lo he vivido así muchas veces. Esa es la postura de la víctima.

La diferencia entre una víctima y una persona responsable es:

La víctima busca tres cosas por las que quejarse y la responsable busca tres soluciones al problema.

¿En qué posición quieres estar?

Y, ¿Cómo lo hago Pilar? te lo explico mejor aquí.

Has dejado algo sin terminar

Nuestro cerebro no soporta las cosas pendientes, es una programación que traemos de serie. Por eso, cuando dejas algo sin terminar, te atormenta.

Ya sé que no puedes terminarlo todo en un día, sobre todo porque planeas hacer demasiadas cosas. Por eso, primero ten mucho cuidado con la cantidad de cosas que te propones hacer, mejor quitar que añadir.

Para lo que dejes sin terminar, pon por escrito qué es exactamente lo que harás para terminarlo, y si tienes dudas, mira aquí.

Te afecta demasiado lo que digan o piensen otros

Les has dado demasiado poder.

Algunas personas dan mucho poder a lo que piensen o digan sus superiores, otros a sus compañeros, otros a los miembros de su equipo y muchos a lo que piense o diga cualquiera.

Si das poder a lo que digan los demás, serás siempre una marioneta, porque nunca se puede contentar a todos.

Pero lo más importante es que: lo que piensan los demás no lo sabes. Entonces ¿para qué te imaginas lo peor?

Y lo que dicen los demás, tú lo percibes a través de tus gafas, unas gafas dañadas por el pasado con esa persona o con cualquier otra.

Cuando hablas o escuchas a alguien, siempre llevas puestas tus gafas, esas que están especialmente rayadas por todos los sucesos que habéis vivido juntos. Necesitas tener una mirada neutral, desapegarte del pasado para escuchar a esa persona sin gafas.

Tienes varias maneras de hacer esto:

  • Puedes buscar algo que admires de esa persona y enfocarte en ello cada vez que te acercas.
  • O puedes pensar que es alguien a quien tú quieres mucho y a quien le perdonarías cualquier cosa.

Mi historia

Una noche de Reyes de hace unos años, yo me sentía muy enfadada con mi pareja, porque no había comprado ningún regalo para sus hijos. Pensaba darles la propina y punto. Para él era totalmente normal, pero para mí no. Eso era como hacerles de menos.

Claramente yo estaba viendo la situación con mis gafas. Primero porque a mí me hace mucha ilusión encontrar un regalo en mi zapato y segundo porque, como madre, yo me siento responsable de que esto suceda en el zapato de mi hijo.

Sin embargo, ¿Qué me hacía pensar que a sus hijos les hacía tanta ilusión? entonces ¿por qué va ser él mal padre por hacerlo así?

Cuando por la mañana hablamos con sus hijos, se rieron cuando su padre les contó que yo me había enfadado. En efecto para ellos la propina, era suficiente y se sentían bien.

Haber mirado la situación con mis gafas, me hizo «sufrir» un enfado que no sirvió de nada (como casi siempre sucede con los enfados).

Además, detrás de aquel enfado había una intención por mi parte de cambiar a mi pareja, de pensar que no lo hacía bien: «juicio». El juicio, nunca ayuda.

Y ¿Ahora qué?

Muy bien, ya tienes las causas y las posibles soluciones para tener serenidad y equilibrio entre la vida personal y laboral.

Si bien es cierto, que a veces, para salir del bucle de los pensamientos recurrentes, lo primero que necesitas hacer es tomar distancia y cambiar tu emoción. Por eso te recomiendo esta entrada en la que hice un recopilatorio de técnicas que yo uso a diario y me funcionan de maravilla.

Una vez que hayas utilizado cualquiera de esas técnicas para evitar que los pensamientos vuelvan puedes:

Preguntas para tener serenidad y equilibrio entre la vida personal y laboral

Una vez escuché que el mejor regalo que puede hacerte alguien que quiere ayudarte es una buena pregunta. Tú tienes las mejores respuestas en tu cabeza, la clave es hacer las preguntas más acertadas.

Por eso te voy a dar algunas de las preguntas más interesantes que puedes hacerte si te falta la serenidad:

  1. ¿Será esto importante dentro de un año?
    Ese pensamiento que te machaca, ese miedo, esa angustia, cuando mires atrás dentro de un año ¿será importante?
  2. ¿Y dentro de 5?
  3. ¿Y dentro de 10?

En caso afirmativo, que digas, sí será importante dentro de 10 años, porque esto supondrá un cambio drástico en mi vida

4. ¿Seguro?

5. Entonces ¿Qué es lo peor que podría pasar?

6. Y si pasa ¿Qué?

7. ¿Es posible o probable que eso pase?

8. Recuerdas situaciones similares en el pasado ¿alguna vez sucedió lo peor?

Un caso real

En una ocasión yo era directora de calidad en una fábrica, tuvimos una reclamación muy importante por un artículo defectuoso. El cliente amenazaba con pasar un cargo de 10.000.000 € (sí, sí, 10 Millones, no se me ha ido la mano con los ceros).

Yo estaba muy preocupada dando vueltas a cómo podíamos actuar. Las respuestas a las tres preguntas 1, 2 y 3 parecían afirmativas, si ejecutaban un cargo como ese, la fábrica podría cerrar y eso supondría 70 personas en la calle.

¿Y si pasa qué?

Yo ya he vivido un cierre de una fábrica de un tamaño similar, inicialmente pareció muy drástico. Pero 1 año después, todos los trabajadores estaban colocados en otro sitio y todos eran capaces de encontrar ventajas a ese cambio. Por ahí, no parece que sea tan relevante dentro de 10 años.

Y si me quedo sin trabajo y no encuentro otro y no puedo pagar la hipoteca y me echan a la calle… Es posible, pero, ¿es probable? ¿Cuánta gente conoces a la que le haya pasado?

Y además, ¿es probable que el cliente ejecute un cargo así que le hará perder un buen proveedor y que además le dejará a él también sin piezas?

Total que, ¿para qué me preocupo? mejor me ocupo, me pongo en modo responsable y empiezo a buscar soluciones, eso sí.

La historia de José

José me decía un día, «Pilar, me da miedo, porque parece que me estoy volviendo pasota, porque los problemas no me afectan».

«Depende», es mi respuesta, «pasota porque pasas y no te ocupas de los problemas o pasota porque no te preocupas, pero sí te ocupas».

José se ocupa y con muy buenos resultados empresariales, entonces ¿pasota?

Conclusión, José consiguió le mes con mejores resultados de la historia de su empresa y mi cliente nunca ejecutó el cargo.

Serenidad y equilibrio entre la vida personal y laboral

Si quieres reconciliarte con la serenidad, lo mejor que puedes hacer es:

¿Suena fácil verdad? Sé por experiencia que no lo es, pero SÍ es posible, yo lo he logrado.

Prueba a utilizar todo esto que te he contado y luego me cuentas.

Me encantará leer en los comentarios, cual de todas las técnicas que te he compartido te ha resultado más eficaz.

Y si después de poner las técnicas en práctica aún así no consigues la serenidad, te regalo 30 minutos conmigo y vemos cómo solucionarlo. Pincha aquí y reserva tu sesión.

Sobre la autora, Maria Pilar

Coach Coactivo e Ingeniera Industrial

Me dedico a inspirar a ejecutivos estresados, ansiosos, a los que les cuesta desconectar del trabajo, que quieren disfrutar de la vida. Para que prioricen lo importante, se sientan responsables de lo que pasa en sus vidas y agradezcan todo lo que les sucede, conectando así con la alegría de vivir y logrando disfrutar de lo que saben hacer.

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